02 abril 2005

El gesto

Yo no sé ustedes, pero este apóstata confeso guardará el resto de sus días la imagen del papa en su última aparición pública. Asomado al alféizar, se esfuerza por hablar, por respirar, y sólo le sale un frustrado ademán. Karol Wojtyla ha sido portador de una voluntad férrea y de la dignidad más humana: enérgico hasta el final, mas sin soberbia. Algunos han criticado esas imágenes y hablan de morbo, de ensañamiento; yo, sinceramente, deseo ese gesto y esa dignidad para mí, cuando el momento llegue. Última Hora.

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