La dureza con que nos sacude la realidad cuando un puñado de españoles pierden la vida y la conmiseración que sentimos hacia las víctimas y sus familias no deben empañar la percepción despierta que de esa realidad debemos aspirar a ejercer. Y, dicho sin ambages, la presencia de España en Herat so capa de intervención humanitaria es un alarde de hipocresía. En Afganistán son exigibles los mismos escrúpulos que el PSOE manifestaba con respecto a Irak cuando se trataba de defenestrar al gobierno Aznar.
Olvidamos la historia más reciente con incuria similar a la que aplicamos a siglos pasados. Parece que muchos hayan transcurrido desde que el gobierno de los Estados Unidos –una nación conmocionada por los atentados de 2001– decidiera aprovechar aquella tesitura para invadir un país soberano y asegurarse a sangre y fuego los oleoductos que los talibanes iban a entregar a los chinos. Parece que al presidente Zapatero no le preocupa colaborar con un gobierno señalado por Amnistía Internacional como una de las mayores amenazas contra los derechos humanos en el mundo.
Ninguno de los problemas de Afganistán se ha solventado; alguno, como el de la difusión masiva de los opiáceos, se ha intensificado. Pero el petróleo centroasiático está en buenas manos gracias a, entre otras, las tropas españolas. Por eso vamos a mandar más. ¿En tan poco cifra la inteligencia de los españoles el señor Zapatero, que cree que sustituir un escenario por otro bastará para apaciguar su repugnancia a participar en aventuras imperiales? ¿O acaso tiene razón? Última Hora.
28 agosto 2005
07 agosto 2005
Abdalá IV
Los numerosos miembros de la dinastía saudí se adscriben a clanes, grupos de poder determinados sencillamente por filiación con una madre común entre decenas de hermanos de padre; pero también, muchas veces, por la ideología. No da igual que el sucesor sea enemigo del yihadismo o básicamente antisionista. Las alianzas en el Golfo y el suministro de petróleo a Occidente dependen del respeto que sienta el nuevo monarca árabe –y sus súbditos– hacia la red que dirige Osama ben Laden. Respeto o simpatía. Última Hora.
06 agosto 2005
Vuelve el miedo
¿Recuerdan la guerra fría? No hace tanto: la hidra soviética podía aniquilarnos de un teclazo, y el hecho de que la única hecatombe atómica de la historia hubiera sido ordenada por Harry Truman, hace ahora sesenta años, no parecía importar. Hoy, cuando no existe la URSS pero sí adinerados grupos yihadistas –tan pérfidos como aquellos burócratas, pero más fanáticos, más expertos en tecnologías, menos controlables y más proclives al sacrificio propio y ajeno–, cine y televisión vuelven a azotarnos con el fantasma de la amenaza nuclear. Última Hora.
02 agosto 2005
Tribunales para delitos de género: ¿otra vez?
Los tribunales especiales, cuya existencia parece contradecir el espíritu general del derecho procesal, sólo se justifican si logran atender con eficacia un tipo de delito cuya especificidad requiera conocimientos especiales por parte del juez o cuando la urgencia de su prevención exija sentencias especialmente celéricas. Si el delito, por grave que sea, no resulta jurídicamente complejo y, en la práctica, se producen –por falta de previsión o financiación– atascos similares a los que sufren los tribunales ordinarios y, por ende, nuevas víctimas en la calle, alguien es reo de demagogia. Última Hora.
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