Los aficionados a las banderas estarán encantados de ver esta aquí. En este 14 de abril tan de banderas, pero sobre todo tan de banderías, quiero rendir homenaje a la única enseña que garantiza mis libertades, las mismas que en 1931-1939 defendieron efímera e infructuosamente un puñado de hombres buenos contra la barbarie de ambos signos que iba a acuchillar España. Sí, ésta es la bandera que representa los valores de Goya y de Jovellanos, de Giner de los Ríos, de Azaña, de Ortega, de Lorca y de Machado, de Picasso y de Savater: de lo mejor de la República y lo mejor de la Monarquía.
Es, además, la bandera que, merced a una tradición vigente desde hace ya más de 200 años, presidió el nacimiento de España al mundo de las naciones modernas, sólo unos años después que Estados Unidos y Francia. La bandera que ha visto a España progresar, poco a poco y en buena medida gracias a que hubo españoles que -empuñándola- demarraron su sangre por la libertad, hacia el estado de derecho que, mejor o peor, hoy nos permite incluso cuestionarla.
Por eso y porque me da la gana, he colgado en mi muro de Facebook la bandera de nuestra nación, la que compartimos madrileños, catalanes, andaluces, vascos y murcianos. La que, cuando la veo ondear en la fachada de un edificio, me deja saber que allí se están respetando y puedo reclamar mis derechos y los de mis paisanos.
Y a los que pisotean los símbolos y queman libros en directo les digo: esta es mi bandera y la vuestra, la que impedirá en último caso que vuestra mezquindad nos enfrente.
Viva España: el 14 de abril y, permitídmelo, majetes, cada día del año. El Español.