Por ejemplo: si UPyD pide en el Congreso la ilegalización de Amaiur, Bildu y demás testaferros de ETA en aplicación de la Ley de Partidos que promovió -no lo olvidemos- un gobierno Aznar en el que Mariano Rajoy era ministro, el PP y el PSOE (ese Jano de la partitocracia española) acusan a Rosa Díez de populista, demagoga, inconsistente y radical. Pues bien, si echamos un vistazo al programa del Partido Popular para las elecciones del pasado noviembre, entre las medidas comprometidas contra el terrorismo leeremos lo siguiente (p. 187):
04. Impulsaremos la aplicación de la Ley de Partidos [...] a las organizaciones políticas vinculadas a ETA. Instaremos las actuaciones oportunas en tanto esta banda terrorista continúe existiendo y existan organizaciones políticas que quieran legitimar, continuar, gestionar, justificar o defender el terrorismo perpetrado o el proyecto incompatible con un régimen democrático de libertades que ETA ha pretendido imponer. Adoptaremos las medidas precisas para impedir la utilización de las instituciones en cualquier actividad de apoyo, legitimación o justificación del terrorismo y de sus responsables".
Ese compromiso contraido con la ciudadanía que aupó al PP al gobierno se corresponde exactamente con lo que ha pedido en el Congreso UPyD, que ha aportado además una potente batería de pruebas que demuestran los vínculos entre Amaiur-Bildu y Batasuna-ETA. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Lo que en noviembre podía ser una propuesta programática hoy es un exabrupto oportunista y radical? El portavoz de Amaiur en el Congreso, señor Errekondo (antes Recondo), durante el debate llamó "compañeros" a los etarras recientemente detenidos. ¿Hace falta mejor demostración de los vínculos entre Amaiur y ETA? ¿O es que sus señorías, para darse por enterados, necesitan que les metan un cóctel molotov por... la gatera?
El PSOE y el PP están jugando con fuego. El mismo lehendakari Patxi López, de cuya irresponsabilidad hace mucho tiempo que no me cabe ya duda alguna, esta semana ha manifestado en una entrevista su deseo de que el terrorista Arnaldo Otegi salga de la cárcel. Según la propuesta del PP de sólo hace tres meses ("utilización de las instituciones en cualquier actividad de apoyo, legitimación o justificación del terrorismo y de sus responsables"), a López habría que aplicarle de inmediato medidas... Pero, muy al contrario, en el debate parlamentario de ayer las dos formaciones políticas mayoritarias -no hablemos de los nacionalistas- trataron con más deferencia a Amaiur que a UPyD.
Un deplorable cortoplacismo caracterizó la política de Zapatero, y creíamos que nadie podría actuar jamás tan mal como el expresidente en materia de terrorismo. Continuar por esa senda sólo puede fortalecer a aquellos que ya han demostrado tener una meta bien definida, sólida, si es necesario a largo plazo y, si hace falta, a sangre y fuego. Atendiendo el corto plazo, los principios suelen salir malparados. Y la coherencia. Y la libertad de los ciudadanos.