Por ejemplo: en Alemania, que es una república federal de libro, todas las escuelas de la nación (porque allí todos saben de qué se está hablando cuando alguien pronuncia esta palabra) enseñan exactamente el mismo programa. Nada de competencias en el diseño curricular para los länder. Eso sí, los alemanes aprenden inglés y matemáticas por un tubo. ¿Será que son prácticos, eficaces, inteligentes? ¿O serán más bien unos despreciables centralistas encubiertos? ¿No se dan cuenta los bávaros, o los sajones, digo yo, vamos, por decir, del terrible menoscabo que de esta forma se perpetra contra su identidad?
Otro ejemplo: el Consejo de Educación de Kansas, un órgano donde cristianos militantes ocupan un 60% de los asientos, aprobó recientemente planes de estudios que ponen en duda las teorías de Darwin y equiparan la validez de evolucionismo y creacionismo a la hora de explicar el origen de la vida. Algunos de los miembros de dicho consejo se mostraron contrarios al evolucionismo por ser “ofensivo para la cristiandad”. Otros –en minoría– se lamentaron de que Kansas sea a partir de ahora el hazmerreír de los Estados Unidos y del mundo entero. Se trata, no obstante, del quinto estado norteamericano en el que instancias oficiales promueven la fe en Dios Creador en detrimento de una teoría basada en explicaciones naturales, corroborada por numerosas evidencias y aceptada casi unánimemente por la comunidad científica. Antes lo hicieron Ohio, Minesota, Nuevo México y Pensilvania, pese a que la Constitución de los Estados Unidos excluye la religión de las aulas.
En educación, como en todo lo demás, siempre hay otros modelos, y adoptar el propio no es otra cosa que optar. En nuestro caso, optar entre educación o más basura. Última Hora.
1 comentario:
Bueno, hoy si pude entrar, así que aquí me tienes de visita.
El problema con la educación en nuestro país es que cada vez ponen el listón más bajo y se está llegando a que cuando se sale de la universidad, hay quien no sabe ni escribir.
Un saludo
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