24 diciembre 2005
Y tú más
Las valiosas aportaciones de los señores Zapatero y Rajoy al debate ("patriotas de hojalata", "bobo solemne" y demás brillanteces) nos permiten hablar de una nueva era en el discurso público. Ahora podremos dirigir ad hominem la grisura paradójica de Pepe Blanco o la pasmosa ignorancia del sentido del humor de Esperanza Aguirre. Por toda razón llamaremos patoso a Moratinos y mariquita a Zerolo; a Zaplana chulo y a Aznar bajito, feo y bigotudo. Las palabras de los demagogos dejarán de ser estériles como huevo de gallina no galleada. Ahora, al menos, serán insultos: hermosa siembra. Última Hora.
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2 comentarios:
La verdad es que es una pena la forma que tienen de expresarse los políticos, me temo que hoy en día no hay ni uno solo que haga unos discursos a los que se les pudiera dar un simple aprobado.
Un saludo
Anda que no se insultan entre ellos los señores diputados...
Saludos.
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