19 diciembre 2005

Viene en la Biblia

Supongo que el mismo impulso integrista de preservar inamovibles los propios sistemas de valores –islámico, marxista o WASP, da igual– mueve a las elites iraníes, norcoreanas, nigerianas, chinas y estadounidenses a asemejarse en la aplicación de la pena capital a los más indefensos de sus delincuentes, pese al esencial contrasentido que supone y a su probada ineficacia. Toda idea absoluta va más allá que el derecho: no busca la reparación de la ofensa, ni la rehabilitación del delincuente. Necesita venganza. Última Hora.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

todo detentor de la verdad quiere aniquilar al que lo contradice. además. creo yo. detrás de la bondad que se predica se esconde la maldad. pero indefensos? en algunos casos esta palabra me parece exagerada. JJ

Juan dijo...

Gracias por tu comentario. Cuando digo indefensos, lo hago convencido de que, culpables o no (porque a veces se han demostrado inocentes demasiado tarde) de los crímenes más repugnantes, los que llegan a la silla eléctrica o a la inyección letal son siempre miembros de minorías étnicas o religiosas, clases desfavorecidas o grupos por cualquier motivo marginales. Nunca verás a un rico en la silla eléctrica -o, en Irán, colgado de una grúa-, porque su abogado encontrará otra solución, y porque al mismo juez o jurado le repugnará la idea de achicharrar a un WASP -o al hijo de un imán- por horrible que haya sido su delito. Por eso escribo indefensos, y creo que con razón.

Anónimo dijo...

pero muchos de estos delincuentes han cometido crímenes atroces. y sus víctimas han resultado ser los indefensos. de los casos específicos de los que hablas nada que discutir. de cualquier forma la pena capital es inconcebible. a los que llamas ricos de vez en cuando los verás linchados en una revuelta general. si no se escapan a tiempo. JJ