Aunque Rajoy no les convencía mucho, había que votarle -decían-, bien que fuera con la nariz tapada, para echar a Zapatero.
El candidato popular lo aseguró en la campaña: "No subiremos los impuestos", y es normal que lo dijera, porque llevaban años criticando a Zapatero por subirlos. Esperanza Aguirre lo había tuiteado: "Hoy mostramos libremente nuestro desacuerdo con un gobierno que, tras provocar la crisis económica más grave en 50 años, sube los impuestos" (18 de abril de 2010); y "La mejor política fiscal es la que, en lugar de subir los impuestos, lo que hace es bajarlos en cuanto sea posible" (4 de febrero de 2011)... Javier Arenas también había dicho recientemente la suya: "No se puede estar todo el día subiendo impuestos porque, a más impuestos, hay menos renta disponible para el consumo y la inversión" (5 de octubre de 2011).
Hoy nos encontramos a Soraya Sáenz de Santamaría anunciando las mismas medidas que podría haber anunciado Rubalcaba si hubiese ganado las elecciones. Más impuestos para las rentas del trabajo. Ni hablar de recortar enormes gastos superfluos como diputaciones provinciales, embajadas catalanas, subvenciones a los sindicatos y patronales (con un 20% de las subvenciones directas nos tendremos que conformar), retiros millonarios para consejeros políticos en cajas, televisiones y empresas públicas. Para qué.
¿Qué dirán hoy Aguirre y Arenas? Probablemente lo mismo que me arguye un amable comentarista: que la culpa es del gobierno saliente, que ha dejado las arcas públicas en un estado ruinoso. Que hay que dar confianza al nuevo gobierno, dejarle maniobrar. Pero entonces, me pregunto yo, ¿por qué aseguraron lo contrario? ¿El manirrotismo proverbial del presidente Zapatero, junto con la propia aversión del Partido Popular a enfrentarse con los verdaderos problemas de España (el despilfarro autonómico, la decadencia institucional) no les permitía prever la necesidad de medidas como éstas?
Nos quieren convencer de que es lícito que los políticos prometan cualquier cosa para ganar las elecciones y después digan digo donde habían dicho Diego. "Prometer hasta meter, y después de haber metido, olvidar lo prometido", reza una máxima popular no exenta de cinismo. O bien es que confían en la poca memoria de los españoles. Pero -lo siento mucho- yo no pienso olvidar ni dejarme convencer. Dejando a un lado la consideración de que sea necesario o no subir los impuestos (y a mí me parece que hay demasiados gastos superfluos que recortar antes de cargar el problema sobre los hombros de los ciudadanos que menos tienen), Rajoy incurre en una grave responsabilidad cuando hace radicalmente lo contrario de lo que prometió: nos transmite la idea de que nuestros representantes pueden engañarnos y fumarse un puro; la idea de que los ciudadanos somos como menores de edad a los que hay que proteger de la realidad, a los que si hay que mentirles se les miente -por su bien, claro está. Pero desengáñense: no es por nuestro bien, sino por puro interés de los partidos políticos. Conmigo que no cuenten: cada vez que el PP incumple una promesa electoral pierde credibilidad. Es su responsabilidad, y no la mía, mantener esa credibilidad, y de momento la incoherencia de su discurso -en el tiempo y en el espacio- no ayuda en nada a mantenerla.
Lo peor de todo es que cargar al ciudadano con más impuestos tras haber certificado que no se tiene ninguna intención de meter en cintura la mayor causa reconocida del déficit público (el gasto desatado de las comunidades autónomas, que siguen sin hacer sus deberes) sólo nos garantiza que seguiremos financiando los excesos a costa del gasto social, por lo que el ciudadano se verá perjudicado doblemente y los políticos despilfarradores seguirán haciendo de las suyas aparentemente sin control, como hasta ahora. Álvaro Anchuelo lo ha explicado muy bien en un texto reciente.
Unos y otros lo llamaron "voto útil", para ahora encontrarse de nuevo (PP o PSOE, ¿qué más da?) frente a un Gobierno que maniobra antes contra el ciudadano más débil que contra los responsables de los problemas reales, y encima usando la misma neolengua que tanto gustaba al felizmente acabado presidente del talante ("recargo solidario", nos dicen ahora). Ya hay quien lo ha ilustrado con gran acierto. Sólo me falta escuchar a Rajoy haciendo retruécanos y quiasmos infantiles para recordarme que seguimos en Babia.
Próspero 2012.
5 comentarios:
Prometer hasta meter... muy grafico, pero es que es lo unico que prometio este señor, el resto era la nada mas absoluta, asi que su campaña entera se ha basado en una mentira... y por favor que alguien le haga habalr al respecto que se ha metido debajo de las piedras desde el 20-N
http://felixcuesta2003.blogspot.com
ufff me parece lamentable todo lo que estoy viendo... porque sinceramente no creo en la crisis, creo que 5 monos de arriba han hecho que haya crisis, simplemente por intereses, porque en peores momentos de un estado es cuanto más se gana, pero ganan solo los 5 monos y la mejor solucion es que la clase media, que al fin y al cabo somos los que más pagamos, ponga el dinero para salir de "esta" , enserio? esta es la solucion, yo creo que no, lo que no puede ser, es que en estos momentos de crisis, veamos, que banqueros y especuladores, altos cargos, etc.. toda persona con poder, cobre indemnizaciones tan elevadas que un ciudadano en toda su vida no podria tener, ver como se "jubilan" cobrando barbaridades año tras año, y ver como tambien, politicos, cobran varios sueldos enormes, para mi ilogicos, cuando un ciudadano no puede tenerlo, y para colmo el trabajar unos pocos de años y ya tener paga vitalicia de varios puestos, cuando un ciudadano necesita más de media vida cotizada para tener una paga que solo sirve para comer, que no te deja margen para poder darte un capricho, hacer un viaje, cosa logica ya que despues de tantos años de esfuerzo, trabajando para poder mantener una familia, es ahora cuando tienes tiempo de disfrutar, pero no... porque la pension no te lo permite....
bueno no voy a seguir, porque podría hacer un libro de todas las injusticias que hay en este pais, pero creo que el mensaje ha quedado claro, LOS RICOS MÁS RICOS Y LOS POBRES MÁS POBRES, INCLUSO PANGADO LA CRISIS!!!
un saludo,
Féliz y Alicia: tenéis toda la razón.
supongo que si rebajamos las subvenciones a sindicatos y patronal tambien habra que rebajar las subvenciones que reciben los partidos politicos
Sin duda alguna. Así es y así va en nuestro programa.
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