La prensa se ha hecho eco del hecho extraordinario de que 44 candidatos optasen en primarias a encabezar la lista de de Unión Progreso y Democracia para las elecciones europeas. La participación -libre y sin necesidad de avales- de los afiliados en nuestros procesos internos mediante el sufragio pasivo, que en un país acostumbrado a partidos de funcionamiento verdaderamente democrático sería acogida con normalidad, en España resulta cuando menos inusual. Para algunos será, incluso, exceso de ingenuidad. Pero para esto nacimos: para dar voz a los ciudadanos. Para otras cosas, como por desgracia se viene demostrando cada día, ya existían partidos menos ingenuos.
El proceso de primarias fue rematado el sábado pasado con una alta participación de afiliados y, también, simpatizantes. El sufragio activo, esa libertad conquistada en Occidente a costa de tanto esfuerzo y no poca sangre, no es una herramienta que podamos despreciar sin coste. Es cierto que a veces nos sentimos más involucrados en los procesos electorales y a veces menos: las circunstancias mandan. Pero, entiendo yo, lo que nunca debe mandar es la pereza o el conformismo. Cuando el ciudadano renuncia a ejercer sus derechos, alguien toma las decisiones por él. Después, no vale de nada quejarse.
En particular, en las elecciones del próximo mes de mayo unos y otros vamos a demostrar la calidad de nuestra respectiva implicación en Europa. Algunos utilizan o interpretan las elecciones europeas en clave puramente nacional. Otros se permiten menospreciar unas instituciones de las que emanan directa o indirectamente más de dos tercios de los actos legislativos que regulan nuestras vidas, en las materias más trascendentes y en el día a día más prosaico. Y no pocos simplemente se desinhiben... Pese a sus imperfecciones y su parsimonia, participar en la construcción de la Unión Europea es fundamental, porque fuera de Europa no tenemos futuro. UPyD ha desempeñado un magnífico papel en la Eurocámara desde la elección de Francisco Sosa Wagner en 2009 y es mi aspiración que sigamos desempeñándolo, esta vez con una presencia multiplicada, en pro de los valores de regeneración democrática que venimos defendiendo desde 2007.
Votar en nuestras primarias ha sido el primer paso en ese proceso participativo. Teníamos 44 opciones: no nos podíamos quejar. Ni quisimos conformarnos con que otros tomasen las decisiones por nosotros. El sábado, reeligiendo como cabeza de lista a Sosa Wagner, reanudamos nuestro compromiso con el europeísmo. Y también demostramos -una vez más- que en UPyD las cosas sí son distintas. mallorcadiario.com.
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