23 octubre 2011

Y ahora, el referéndum

Me pregunta una amiga qué problema habría ahora, ya que no hay violencia, en que el Estado admita un referéndum de autodeterminación en Euskadi. Se me ocurren varios.

Por ejemplo: ¿quién se independiza? ¿Euskadi? ¿Euskadi y Navarra? ¿El Goyerri sí pero Álava no? Porque algunos alaveses ya han dicho que quieren un referéndum para separarse del País Vasco. ¿Navarra del sur no pero la del norte sí? ¿Qué hay del Condado de Treviño? ¿Y el País Vasco Francés? ¿Los vascos que sí quieren sí, pero sus vecinos de escalera que no quieren, no? ¿Cómo se soluciona eso? ¿Como en las particiones de Irlanda y Palestina, propiciando una violencia de signo contrario durante décadas?

Si solo votan los vascos, ¿incluimos en el censo a los 200.000 vascos que se calcula han huido de Euskadi por motivos políticos en los últimos treinta años? ¿O bien respetamos la Constitución y entonces dejamos que el resto de los españoles también voten, ya que han aportado históricamente administración, recursos, financiación, fuerza laboral inmigrante, etc., ya que se trata de una decisión que les afecta muy directamente y ya que constitucionalmente el único sujeto de soberanía es el pueblo español? ¿Votamos que primero los partidos políticos vascos devuelvan todo lo que han saqueado mediante el llamado Cupo Vasco, que consiste en que cada año la Comunidad Autónoma Vasca paga a la Hacienda española 7,5 veces menos de lo que les correspondería si se les aplicase el régimen fiscal de Extremadura o La Rioja?

¿Votamos entonces que Euskadi se quede fuera de la Unión Europea? ¿Qué hacemos con las empresas que tienen base en Euskadi y actúan por toda España (BBVA, Iberdrola, Eroski, por ejemplo) y viceversa? ¿Podemos votar que se suprima la autonomía vasca y que a partir de ahora gobierne el País Vasco Chiquito de la Calzada? Porque votar se puede votar todo, por muy majadero y forzado que sea, ¿no es eso la democracia...? (Y Chiquito tiene mucha más gracia que De Juana Chaos, con diferencia.)

Pero, sobre todo, ¿cómo se vota? ¿Como actualmente, es decir, bajo coacción y con la voluntad colectiva distorsionada? ¿Con información correcta? ¿Reformamos la educación para que en las escuelas vascas se dejen de contar mentiras, esperamos cincuenta o cien años para que los votantes vascos tengan una formación correcta sobre quiénes han sido realmente sus verdugos y entonces votamos? ¿O mejor votamos ahora, con una población adoctrinada por una visión falseada de la historia? Cualquier consulta popular en Euskadi hoy está sometida a la presencia de ETA (que sigue existiendo), a la de sus cómplices y a una distorsión sociocultural que debe desaparecer antes de que consideremos la situación vasca normal.

En resumidas cuentas: ni es justo ni corresponde a la realidad histórica ni es posible un referéndum que nadie sabe a qué se debería aplicar y que además contrariaría la intangibilidad de las fronteras que por razones muy serias se asume en la Unión Europea. No se va a hacer nunca y algunos deberían dejar de engañar a sus votantes con esas falsas perspectivas. La cuestión no es esa, sino que ETA desaparezca de verdad. Y luego que los políticos nacionalistas sigan dando la murga mientras siga habiendo inocentes que se crean sus monsergas tribales (y que en cuanto desaparezca ETA y se cierre el grifo del dinero debido a la crisis, se las van a dejar de creer). Que den la murga, vale, pero que no maten a nadie y cumplan como el resto de los españoles lo que dictan la leyes.

Esta es la cuestión, no si hacemos o no hacemos un referéndum que no se va a hacer porque ni se puede ni se debe hacer. Sigamos, por tanto, persiguiendo a los criminales e ignorando a sus corifeos. Y la gente honrada, haciendo política.

1 comentario:

Ocón dijo...

Amigo Juan, lo enlazo, con permiso