En relación con mi artículo "Mobbing", aparecido en La Opinión días atrás (el 6 de agosto), me gustaría aclarar públicamente que el desfase que se observa entre el texto y la realidad se debe a causas internas del periódico, y no a mi desconocimiento del hecho de que, efectivamente, la Administración ya ha tomado cartas en el conflicto entre el anterior jefe de la oficina de Trabajo de la Junta en Zamora, presuntamente acosador, y los empleados que se dijeron acosados por él, y le ha dado solución. Por solución entiendo el cese “a petición propia” del personaje aludido.
Quede claro que el artículo fue enviado a la redacción del diario con fecha de 30 de mayo, y considero que el retraso de dos meses en su publicación afecta a su oportunidad.
No obstante, me reafirmo en los principios que informan el texto y, sobre todo, me congratulo de que por una vez se haya hecho justicia y de que no siempre el poderoso campe en la Administración por sus respetos. Para ello, claro está, tiene que darse la feliz circunstancia de que los ciudadanos luchen valientemente por sus derechos.
Reciban mi enhorabuena los tres presuntos acosados; mi reprobación aquéllos que, en su día, actuaron en este asunto movidos por el miedo y firmaron una declaración vil; y mi franco desprecio quienes lo hicieron llevados por cierta deleznable tendencia a la connivencia con el poder. La Opinión-El Correo de Zamora.
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