19 noviembre 2005

Referentes públicos

¿Qué esperanzas podemos depositar en nuestra clase política si el presidente del gobierno, según la última encuesta del CIS (controlado por el gobierno), suspende en la intención de voto -es decir, ha dilapidado el enorme caudal de confianza que se le otorgó- y el líder de la oposición queda aún muy por debajo en este pseudojuicio popular? ¿Qué, si el ministro más valorado es José Bono, un personaje tan simpático como manifiestamente primario? Los políticos de corte intelectual (Alberto Ruiz-Gallardón, Josep Borrell), independientemente del partido al que pertenezcan, ceden protagonismo ante el acoso de bestias pardas y demagogos profesionales, de incapacidad más que probada (Esperanza Aguirre, Javier Caldera, Pepe Blanco), y aquéllos que a lo largo de estos años demostraron un saludable rigor ético (Pablo Castellano, Eduard Punset, Manuel Pimentel) se refugian en tertulias radiofónicas o televisivas, o en el ámbito privado. No es de extrañarse que muchos españoles no estén orgullosos de serlo: ¿qué referentes tienen? ¿Ronaldo? ¿Eto'o?

2 comentarios:

azuldeblasto dijo...

El problema de la ausencia de referentes es un mal común de esta sociedad. No hay ejemplos en la familia, no hay ejemplos en el profesorado, no los encontramos en los mass media, en fin, un panorama desolador; por ende la clase política adolece de escrúpulos y ya se ven los resultados.

¡Virgencita , Virgencita: que me quede como estoy!

Saludos muy cordiales.

Anónimo dijo...

¿Y qué se puede esperar de alguien que lame el culo de Mohammed VI, otro gran dictador?¿Y por qué nadie ha estrangulado aún a Esperanza Aguirre?¿Y por qué no celebramos nuestros 30 años desde F con más efusión? ¿Será que no nos merecemos la libertad ni la democracia si no sabemos defenderla? Desde la apatía, ya sabéis: Qué pena! Los mismos hombres, las mismas guerras,
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
y los mismos farsantes, las mismas sectas...
Nunca hubo sitio para intelectuales en el poder, y ahora ya en ningún sitio...Muy bien, Juan, más caña! Por ahí resoplan!!