11 marzo 2008

La reforma de la ley electoral, urgente

Se han escrito ya muchos comentarios sobre la injusticia manifiesta en que incurre la normativa electoral a la hora de la asignación de los escaños del Congreso. Que UPyD tenga un escaño y el PNV seis, teniendo más votos la primera formación, o que Izquierda Unida alcance el mismo número de escaños que Coalición Canaria, disponiendo de seis veces más sufragios, son dos ejemplos irritantes, pero no son los únicos. El reparto provisional tras el escrutinio de la noche del pasado domingo es el siguiente:

PSOE: 169
PP: 153
CiU: 11
PNV: 6
ERC: 3
IU: 2
BNG: 2
CC: 2
UPyD: 1
Na-Bai: 1

Sin ánimo de hacer un estudio riguroso y prescindiendo de sutilezas técnicas, se me ocurre el siguiente ejercicio: sumar todos los votos como si la circunscripción fuera única, es decir, nacional y no provincial (lo cual parece bastante justo si consideramos que el Congreso es la cámara de representación de la soberanía nacional), y asignar los escaños de manera estrictamente proporcional, requiriendo un apoyo electoral mínimo del 1% para excluir las opciones muy minoritarias que no alcanzarían siquiera un escaño y, sin embargo, dar entrada a aquellas minorías que sí gozan de un apoyo significativo. El resultado es el siguiente:

PSOE: 162
PP: 149
IU: 14
CiU: 12
UPyD: 5
PNV: 4
ERC: 4

El asunto no requiere mayor interpretación. Periodista Digital. Baleares Liberal.

01 marzo 2008

UPyD y la libertad del Sáhara

Algunos nos recriminan que seamos un partido de idealistas, así que no podíamos dejar de reivindicar la causa del Sáhara Occidental, cuya tenue llama ha resistido varias décadas de mercadeo, concesiones, tibieza o franca connivencia con las tesis marroquíes, y alumbra aún en el corazón de los españoles. En el capítulo de política exterior del programa de Unión, Progreso y Democracia, el apoyo a la libertad del Sáhara ocupa un lugar destacado y muy querido.

No hace falta recordarlo: 1975, un dictador en el lecho de muerte y un déspota sin escrúpulos en el trono de Marruecos. La Marcha Verde, los Acuerdos de Madrid, el genocidio: miles de saharauis perseguidos por el ejército de Hassan II, arrojados desde helicópteros, enterrados vivos, torturados, desaparecidos… La aviación marroquí se empleó a fondo en los primeros meses de 1976 contra las columnas de civiles que escapaban de la feroz represión: en Tifariti, en Um Dreiga y otros lugares camino del desierto argelino, miles de saharauis murieron abrasados por el napalm y el fósforo blanco o despedazados por las bombas de fragmentación.

Aquella indigna dejación del gobierno español no impide que todo un pueblo, más de treinta años de exilio en el desierto después, siga atesorando con orgullo la lengua y los viejos carnés de identidad de España. UPyD quiere restaurar la legalidad internacional y, si gobierna, denunciará los Acuerdos de Madrid, impulsará el referéndum de independencia del Sahara Occidental previsto por la ONU y, si el bloqueo de Rabat persiste, promoverá abiertamente el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática por parte de España y de la Unión Europea. Es de justicia y es una promesa. Periodista Digital. Baleares Liberal. España Liberal.