26 septiembre 2006

Las palabras del papa

Ignoro el número de víctimas e incidentes que habrán causado cuando estas líneas se publiquen las recientes palabras de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona. Resumiendo mucho: los islamistas del mundo se sublevan porque el papa ha ofendido al islam citando a Manuel II Paleólogo: “Muéstrame lo que Mahoma ha traído de nuevo y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su orden de difundir la fe por medio de la espada”. Considerando el texto completo de la alocución del papa a los científicos alemanes, cualquier bachiller de antes de la LOGSE entendería que no se trata de un ataque al islam. Porque fundamentalmente es una llamada a que la ciencia abjure del empirismo puro y asuma la necesidad de asociar espíritu y materia, y una defensa de la razón teológica que, asegura, contribuiría al diálogo entre culturas mejor que nuestro actual laicismo; y, a propósito, un elogio de la razón-palabra (logos) frente a la arbitrariedad y la violencia (y de ahí la cita). El discurso reconoce explícitamente que el argumento del docto emperador bizantino obvia otro precepto del Corán (“ninguna coacción en cosas de fe”) y, por tanto, niega la condición intrínsecamente violenta del islam, al que finalmente tiende la mano también de forma explícita. No cabe duda de que la lección del papa se inclina argumentalmente en favor del cristianismo; pero es que sólo faltaba.

En esa línea conservadoramente ecuménica y antiempirista, esa misma mañana había menospreciado la teoría de la evolución como “irracional”, en una misa de catequesis ante 250.000 fieles. Pero la globalización periodística, al servicio de los líderes de opinión de un islam resentido contra Occidente y esencialmente perverso, prefiere que una frase alienada de su contexto provoque la furia de los ayatolas (y la crítica de una Izquierda Unida absurda que, sin embargo, nada ha dicho de los contenidos antievolucionistas...). Este islam no es el de los reyes poetas sevillanos, el de Averroes, el de Omar Jayam, el de los muchos millones de musulmanes que también aprobaron el bachillerato y son decentes y pacíficos. Esto es su versión más violenta e irracional: la que el papa rechaza. Y yo, en esto y sin que sirva de precedente, estoy con él. Última Hora.

Postdata. Una propuesta inteligente y divertida a propósito del actual conflicto entre islam y cristiandad, con frecuente referencia a la actualidad más relevante y, por consiguiente en los últimos días, al asunto del presente artículo, lo encontramos en las tiras cómicas de Jesus and Mo. Imprescindibles.

5 comentarios:

Portarosa dijo...

Magnífico texto, Juan.

Anónimo dijo...

En fin, yo quiero apuntar mi desconfianza, pero vaya por delante que tu artículo me parece muy acertado. Y mi desconfianza se basa en que todo lo que haga o diga el vaticano nunca es gratuito. Les concedo el beneficio de la duda, pero ¿cómo no va a haber alguien que de antemano no sopesara que aquellas palabras -sacadas fuera de contexto por supesto- iban a producir tirantez o malestar? Esto es una carrera de poder de influencia mediática, tanto unos como otros. La reacción por parte del Islam habrá provocado que las posturas más extremas del cristianismo se reafirmen mucho más. Y en definitiva eso es lo que se busca, fuerza, poder, dominio. Y luego, sí, las proclamas de que hay que ser muy transigentes y convivir, ya, ya. Y no me refiero al pueblo llano, me refiero a sus dirigentes religiosos.
¿Me paso al pensar esto? Puede.


Julio.

Anónimo dijo...

La siguiente oración, en contexto o descontextualizada, “Muéstrame lo que Mahoma ha traído de nuevo y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su orden de difundir la fe por medio de la espada” ataca, querido Juan, a la religión islámica. Simplemente substitúyase Mahoma por Cristo y veremos que se produce el mismo ataque, dirigido ahora a los cristianos. Pero el problema, digo yo, no radica ahí, pues en una lógica "civil" (y no religiosa, ni mística, ni militar) eso es lo que, afortunadamente, se realiza cada día. Es de lo más natural que el secretario general del PSOE (valga el ejemplo) critique las propuestas del PP, que al presidente del Real Madrid le parezcan muy mal los fichajes que realiza el Barça y que al dueño de la Coca Cola la botellita de Pepsi le parezca deplorable. Es decir, nada más natural que al jefe de la iglesia católica apostólica y romana le parezcan mal las ideas de los musulmanes (y viceversa). El problema está, pues, en no aceptar las críticas y fundamentar todo el pensamiento (sic) en un esencialismo insoportable. Así, en un momentito te conviertes en traidor: si eres de San Sebastián y te gustan más las playas de Cádiz, si eres del Madrid y te gusta como juega Puyol o si eres gallego y prefieres leer antes a Eduardo Mendoza que a Manuel Rivas. Lo que es una pena es que en el Islam no haya algo parecido a la Democracia Cristiana que, sin ser mi ideología favorita, al menos no ponen bombas (o no siempre). En cuanto a Izquierda Unida, una vez más no vemos el bosque por los puñeteros arbolitos.

Anónimo dijo...

Enhorabuena, Juan.
Antes de ver artículos sobre el tema, ya me vi envuelto en discusiones porque, diga el Papa lo que diga, con las intenciones que tenga, creo que la base de lo que creemos y defendemos es que tiene todo el derecho a decirlo y que nadie puede, con base en lo que otro dijo, matar, mandar matar ni nada que se le parezca. Me da gusto encontrarme a los amigos también en las ideas. Eso sí, esto de intentar ser coherente y no políticamente correctos hace que tú y yo defendamos al Papa –a Ratzinger Z (yo me puedo burlar, en tono caricaturesco, y tengo derecho a hacerlo, y si alguien se ofende, lo siento, le pido una disculpa, claro, que hay que ser educados, pero mi intención era, nada más, aludir a la metáfora del elefante y la cacharrería, que también hay algo de ella)– y que Chema hable bien de la Democracia Cristiana. ¿Será la coherencia o el tempus fugit? Saludos.

Shangri-la dijo...

En fecha 2 de octubre de 2006, zarpó de puerto desconocido una embarcación sin bandera que la identifique: SHANGRI-LA. DERIVAS Y FICCIONES APARTE.